lunes, 30 de agosto de 2010

Una historia singular

Queridas amigas de la noche: os contaré una pequeña historia que os planteara un dilema. 

Había una vez una mujer que se llamaba Pattie Boyd. Estaba casada con un músico del que estaba profundamente enamorada. Su marido también la quería. Pero surgió un amigo de su marido que le confesó su amor (primero se lo había dicho al amigo: me he enamorado de tu mujer). Persistió tenazmente en su amor hasta que llegó un momento en que ella se enamoró de él. El problema es que los dos hombres la querían y ella los quería a los dos. Como muestra de su amor, el marido le compuso una bellísima canción: Something. Le mostraba un amor más tranquilo tal vez más duradero. Se llamaba George. El amigo le compuso otra bellísima canción: Layla. Se llamaba Eric y mostraba una gran pasión, un fuego inflamado. La tal Pattie dejó a George y se marchó con Eric. Mi pregunta es:
¿Qué habríais hecho vosotras?
Yo lo tengo claro: envidio la suerte de Pattie y me habría quedado con los dos. Lunes, miércoles y viernes con uno y martes, jueves y sábados con el otro. Y el domingo me habría ido de copas con las amigas a echar unas risas.

PS: Queridas amigas: mis correos son más canallas que los vuestros.
Os mando una canción de Eric: Change the world

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