viernes, 18 de marzo de 2011

El tiempo






Cuando acabo de comer me siento corriendo en mi sofá. Espero con impaciencia que den el tiempo, ese programa tan didáctico, con sus mapitas, sus soles, sus nubes, sus borrascas, sus ciclones y anticiclones. Todo un boom de la oferta televisiva, especialmente para las mujeres y, según me consta,  también para los chicos de Chueca. Todas andamos alborotadas y emocionadas. Llegas a un sitio por la tarde y enseguida te dicen:
-- ¿Has visto el tiempo?
-- Sí, querida. ¡Cómo estaba hoy! 
Siempre Albert. Desde Mariano Medina (es decir, desde Maricastaño) no me había aprendido el nombre de ningún presentador de la cosa. Ahora sin embargo, los de Chueca  y miles de mujeres decimos "el tiempo de Albert".
El meteoro Albert ha cambiado nuestras vidas. Antes el tiempo me importaba un ápice. Ahora me importa el ápice de Albert. No he visto un frontispicio mejor en toda la historia de la tele. Eso sí, hay que reconocer que la tv debe tener problemas con la crisis porque los trajes comunes le van pequeñitos a Albert, lo que tiene su cosa, por lo del ápice y el frontispicio.
Las noticias te van dejando tirada, abatida, y te dices a ti misma que no puedes más, que habrá algo bueno en el mundo pero que no lo sacan. Y cuando tu desolación es manifiesta, llega el esperado, el hombre de las borrascas y los anticiclones. Y entonces se te olvida todo lo que acabas de ver y te entregas a la lujuria televisiva, que sólo es virtual pero que tiene su cosa y mola un montón. Y bueno, ¿a quién le haces daño? A nadie, me digo, queridos, ni siquiera al maromo que tienes al lado, que sólo ve el tiempo por el tiempo mismo, sin que le importe un ápice el de Albert.
Empieza en Galicia. Desde ahí hasta que termina en Canarias hay todo un mundo que Albert va explicando mientras no para de moverse, todo él. Y encima las expresiones que utiliza para enumerar todo lo que penetra en el país: que si una borrasca por Galicia,  que si el anticiclón desde las Azores, que si lo hace una baja que se ha formado en el golfo de Cádiz y que, cuando penetre en la Península, acabará formando una gota fría en Levante, y no digamos cuando lo que penetra es el polvo del Sahara... Hay que ver con qué frescura y dicharachez lo dice. Ahí ya no puedo más, querido Albert, no tienes derecho a utilizar esas palabras tan polisémicas que tanto nos enloquecen a los de Chueca y a nosotras.
Mirándolo bien veo algo bueno y algo malo. Lo bueno: por una vez y sin que sirva de precedente, no entramos en rivalidad, ni nosotras ni los de Chueca. Porque eso, queridos es letal. Rompí mi amistad con una amiga que trató de quitarme a mi chico. Y yo le dije: querida, eso no. Podemos tener cualquier discusión, puedo perdonarlo casi todo,  pero eso ni de coña. Y, en serio, desde entonces ya no la he visto más, ni a ella ni a mi chico.
Lo malo: querido Albert, habla con los de la tv que te pongan una chaquetita tres tallas más grande o, qué sé yo, habrá que ponerte un velillo o, más fácil, que te saquen en un primer plano sólo de cintura para arriba, pero algo habrá que hacer. Es que no sé la de catarros que llevo por no prestar atención a lo que dices. Como no me entero, salgo a la calle sin paraguas, sin abrigo, creyendo que todo es primaveral y me engaño, algo que nunca antes me había pasado.



Toquinho: Aquarela





  

11 comentarios:

  1. Nunca me había gustado ver el tiempo….hasta ahora. Y es que menuda geografía la de nuestro Albert, con sus cordilleras, sus valles y sus picos. Dicen que está aumentando la temperatura de la Tierra un par de grados y no me extraña la verdad. Nadie que exprese mejor lo del calentamiento global. Meteorología es todo él y sus trajes ajustados. Por mucho que llueva no hay precipitación que se le resista, siempre parece que luce el sol.
    Empezó como becario y ahora es un miembro destacado, nada menos que jefe adjunto del paquete, uy! perdón, del equipo de información del tiempo. Y es que tiene unos ojazos que pa qué.

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  2. Pensé que yo era la única que se fijaba en el ápice de Albert.

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  3. Una enamorada de las isóbaras.31 de marzo de 2011, 0:55

    ¡Cómo estaba hoy Albert con su chaquetita de punto!, bien ajustada y con el último botón desabrochado y es que no le cabe al chiquillo. ¡Cómo dejaba adivinar sus encantos! Y es que este chico es un superdotado…….Encima todo el tiempo hablando del polvo en suspensión que favorece el ascenso de las temperaturas….y dale con el polvo en suspensión…y que el viento arrastra este polvo….y que esperamos que este fin de semana parte de este polvo pueda llegar hacia la península y que es un reflejo más del ascenso de las temperaturas de cara a estos próximos días………que marcará la irrupción de este polvo en suspensión…..¡Y venga polvo por aquí, polvo por allá!.
    Bueno que aquí lo único que marca es tu paquete querido Albert. Que no hay manera, que cuando sale el mapa de España sólo me fijo en Andalucía, siempre mirando para el sur querido Albert……

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  4. Je,je,je, yo tambien lo vi ayer, estaba hecho un pimpollo el Albert. Hace poco salió con la cremallera un poco abierta. No se si habreis visto en otra emisora a otro que tambien se las trae pero parece que lleve un dodotis, no es como el Albert.

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  5. Una enamorada de las isóbaras31 de marzo de 2011, 9:15

    ¡Qué intrigada me tienes con lo del dodotis! ¿Por qué lo dices, es que va como a caballo a lo John Wayne? Pásalo y nos cuentas en qué cadena hemos de ver el tiempo también. Espero que no coincida con la hora de Albert....

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  6. Cómo, qué leo por ahí, que mi Albert (sí, mi Albert y es que no estoy dispuesta a compartirlo ni virtualmente) ha dicho que este fin de semana el polvo en suspensión va a llegar a la península, pues que llegue, que llegue, aunque sea en suspensión. Yo no sé vosotras pero yo este viernes me pongo el picardías de las grandes ocasiones y dejo abierta la ventana de mi habitación y que entre ese polvo, por si acaso oye.

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  7. Creo que se llama Alfons y da el tiempo en Canal 9. Lo del dodotis es porque parece una imitación, no parece de verdad como el Albert, es como mas fofo. No se cuando sale, yo lo he visto un par de veces por casualidad. Suele llevar vaqueros.

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  8. Hasta en el periódico chicas:
    “El paquete. A la ciclogénesis explosiva no la conocía ni el vetusto Paco Montesdeoca, pero hoy usamos el término como si fuésemos los chicos del tiempo, como si fuésemos Albert Barniol, pero sin su bulto. ¿No saben de qué bulto hablo? Del paquete, del paquetazo del meteorólogo de La 1, que en los planos medios es un clamor, y conozco a gente de ambas aceras a la que el tiempo les importa tanto como que Rosa Benito, una de las peliteñidas de Sálvame, se quede en paro o la nombren jefa de informativos en lugar de Pedro Piqueras, total, quién lo notaría. Lo que le importa a más gente de la que parece es la cojonera de Albert Barniol".
    Levante, 7 de Marzo de 2010: 20 años de ciclogénesis

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  9. Oyesssss, nenas ya esta bien que el Barniol es mi tesorooooo. Que me de a mi el tiempo en vivo y en directo!!!!! Le pronostico muuuuuchos anticiclones……..Eso es un florero y no los de Ikea.

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  10. Una enamorada de las isóbaras1 de abril de 2011, 11:08

    Para Anónimo. Ah! Es Alfons. Es verdad que también tiene sus partes sobresalientes aunque esos vacíos a ambos lados....no sé qué decirte.
    La potencia de la entrepierna y los muslos de Albert no es comparable, me hacen soñar y me imagino que me pueden llevar a la estratosfera, semejante fuerza y concentración. Con Alfons me puedo imaginar también un viaje pero esos huecos a los lados creo que como mucho podrían llevarme al Aneto. Claro que siempre te puedes llevar sorpresas.....

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  11. Una enamorada de las isóbaras7 de abril de 2011, 17:47

    Querido Albert. Me tienes preocupada. No sé qué ha podido pasar desde tu última aparición estelar, desde ya ni me acuerdo cuánto tiempo, con esa chaquetita de punto tan sugerente. Me pregunto si tu estilista se ha convertido a los kikos en un arrebato de misticismo ante tanta belleza que desprendes o te han puesto a un castrante inquisidor. Es que desde entonces sales con unos trajes enormes, incluso ayer que llevabas vaqueros eran de una talla más grande. Me pregunto quién está osando privarnos de la alegría de verte como siempre, quién te censura, quién está convirtiendo el calor de estos días en lo más gélido del invierno. Es un sacrilegio, como tapar el Taj Mahal vamos. Devuélvenos la primavera querido Albert.....y por favor despide a tu estilista.

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