Cada vez que se alce un pensamiento, arrójalo lejos. Dedícate a barrer los pensamientos. Barrer los pensamientos significa meditar. Cuando se deja de lado el pensamiento, aparece "el rostro original". Los pensamientos son como nubes: cuando aclara, aparece la luna. Esa luna de eterna verdad es "el rostro original".
Daito Kokushi
¡Qué buena reflexión! Yo añadiría: y respira. Aspira y espira mientras los arrojas....
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