domingo, 24 de febrero de 2013

Yolanda



Yolanda


No se puede leer la prensa, no se puede ver la televisión, no se puede escuchar la radio y sí se puede salir a la calle, sólo se puede salir a la calle.
Hace años, toda una vida, una muchacha fue asesinada a sangre fría por unos desalmados que la confundieron con una militante de ETA. Había llegado a Madrid para seguir sus estudios. Era la época del terror policial, en la que energúmenos de Fuerza Nueva campaban a sus anchas sembrando el terror. La foto de la muchacha permaneció durante mucho tiempo en la memoria de quienes la vieron y conocieron la cruel historia.
Mucha gente pensó que los responsables serían castigados y que llegaría un tiempo en el que historias como ésta no volverían a repetirse. 
Acabo de leer en El país que su asesino, aquel que le pegó dos tiros en la cabeza en un descampado, trabaja para el Ministerio del Interior. No doy crédito a lo que leo y, en medio de mi estupor, mi recuerdo es hoy para aquella muchacha que no llegó a vivir porque unos asesinos se lo impidieron. Esa foto nos ha sacudido hoy cuando la hemos visto aparecer en el periódico junto a la de su asesino, que no sólo se ha hecho mayor y ha vivido, también se escapó de la cárcel y huyó a otro país y ahora tiene una recompensa en este país de 6 millones de parados, trabaja para el gobierno de la nación.
Cuando leo la noticia me pregunto qué sería de Yolanda si aquellos bestias no hubieran truncado su sueño. ¿Qué sería hoy de aquella joven muchacha de izquierdas y cómo vería el país por el que luchó?
Conviene llorar por este país de mierda que permite todo esto. Que Dios nos coja confesados.


Pablo Milanés - Yolanda

martes, 19 de febrero de 2013

La crisis del humanismo



Tiepolo - La furia de Aquiles


"Son estas nobles palabras, y ustedes me permitirán que haga una observación. Es triste que los jóvenes de hoy ya no lean en el texto estos capítulos de la Ética a Nicómaco. Es triste que nunca hayan leído en griego -y probablemente tampoco en otra lengua- los adioses de Héctor y Andrómaca, la tristeza de Aquiles, el encuentro entre Aquiles y Príamo, ni tampoco una tragedia griega, ni la Apología de Sócrates, la muerte de Sócrates en el Fedón. Hubo un tiempo en el que se leían en clase estas grandes páginas, en el que el alma dúctil del adolescente se penetraba así de nobleza y hermosura. Y esto confería al espíritu un cierto timbre de distinción; esto confería al alma un cierto gusto por el heroísmo, que convertía, en sentido estricto, al hombre en más esencialmente hombre. Este era el sentido de lo que antaño se denominaban "humanidades", y que hoy están a punto de desaparecer. Vamos hacia un tiempo en el que ya no habrá hombres, tan sólo habrá robots. Y entonces veremos lo siguiente. Veremos quizá a seres humanos yendo a los astros; pero estarán allí espiritualmente, tan pobres y tan indigentes como aquí. Se aburrirán. Beberán cócteles. Habrá que devolverlos, ebrios perdidos, a la tierra".

 A.J. Festugière: LA ESENCIA DE LA TRAGEDIA GRIEGA.

Son muy sugerentes y hermosas las palabras de Festugière, lo malo es que son verdad, que la enseñanza de las humanidades no sólo ha desaparecido, sino que nadie parece lamentarlo. Muy triste y lamentable el asunto...


Brahms - Un requiem alemán 



sábado, 16 de febrero de 2013

Un poemilla para la vidilla



Rothko


San Juan de la Cruz nació en Fontiveros (Ávila) el 24 de Junio de 1542 y murió en Úbeda (bella ciudad, afirmo) el 14 de Diciembre de 1591. 
Pocos años, pero intensos, de una vida consagrada a la espiritualidad. Muchas dificultades en el camino, llegando a ser perseguido y alcanzar la prisión (que ahora y aquí nadie alcanza por muy malhechor que sea). Conoció y se relacionó con Santa Teresa. Vaya pareja.
Su poesía está inflamada de arrebatos místicos. Un ejemplo es esta bellísima noche oscura, poesía de altos vuelos.


NOCHE OSCURA

En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada, 
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada
¡oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa, 
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía, 
adonde me esperaba
quien bien yo me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que el alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.



Eva Cassidy - Over the rainbow 


 

lunes, 11 de febrero de 2013

En la muerte de Eugenio Trías







Sea éste un pequeño homenaje a un gran pensador,  hombre culto y honesto.  El artículo de Trías lo publicó el diario ABC hace algunos años.


 EL GRAN VIAJE

POR EUGENIO TRÍAS


Martes, 04-11-08

No es posible sublimar el carácter salvaje y despiadado que la última nota de la vida en este mundo siempre posee. Toda muerte constituye una irrupción intempestiva con carácter de miraculum siniestro. Llega siempre a destiempo, «como un ladrón en la noche». No permite mediación ni conciliación. Se halla en máximo abandono respecto a toda imaginación simbólica. Revela las insuficiencias de toda concepción racionalista del mundo.

Deja la muerte, inevitablemente, toda vida en condición de puro escorzo, como fatal torso fragmentario, o en estado de ruina irremediable. Hija de Hades y de Thanatos, incuba sus letales huevos en el desenlace de toda vida.

La muerte es, quizás, un point d'orgue inquietantemente prolongado. Desde aquí, desde nuestra perspectiva mundana y carnal, se muestra como helado y sepulcral calderón que pone punto final a la partitura de la vida. Desde una percepción espiritual puede presentirse, sin embargo, como pasarela hacia otra vida mejor. Como silencio expresivo sería rampa de lanzamiento hacia una vida diferente.


miércoles, 6 de febrero de 2013

Un chiste





Estoy más que harta de todo lo que está cayendo. La situación es insostenible. Ayer me contaron un chiste. Ahí va:

Un camarero le dice a una chica en un bar:

- Señorita, ¿le apetece tomar un whisky?

- No -le responde-, no me va bien para las piernas.

- ¿Se le hinchan? -responde el preocupado camarero.

- No. Se me abren.

Bueno, que tengáis un buen día, una buena semana, un buen mes, una buena vida.


Palito Ortega - La felicidad