miércoles, 5 de enero de 2011

Rehacer la vida



No se oye otra cosa:
-- He rehecho mi vida.
La frase se repite hasta la saciedad, como tantas otras. Todo el mundo anda diciendo lo mismo. Cuando se divorcia, cuando tiene una ruptura sentimental (como si todas las rupturas no fueran sentimentales).
Yo trato de rehacer mi vida casi todos los días. Unos días como sin darme cuenta, me levanto y ¡zas! lo pienso fugazmente, sin trascendencia. Sin embargo otros me enmimismo en el llit y  me sumo en unas largas meditaciones sobre el asunto. 
Una de las veces en que más me sumo en estas largas meditaciones es la noche de fin de año que, caramba, parece que sea el fin del mundo. Esa nit soy una tradicionalista de cuidado porque tengo uno de mis rituales favoritos, aunque bastante inconfesable, pero ya que me pongo y no os veo, lo confesaré. Consiste en ver las campanadas en la tv y, lo que es peor, en el reloj de la Puerta del Sol. Es que me parece que si no, no vale. Uno de los problemas es cómo atinar a las campanadas sin ver el resto que no lo soporto, eso me supone algún que otro problema, como tener que zapear en el vacío constantemente, porque no soporto nada, sólo las campanadas a las que estoy habituada y totalmente entregada.
Cuando no puedo verlo, no sé, es como si empezara mal, no es lo mismo. Recuerdo una vez que estaba en París, en un hotel en Montparnasse. Como los franchutes no lo celebran igual, pues yo a mi ritual, al supermarché a comprar las uvitas y el champagne.
A l'heure pusimos la tv tan contentos dentro de nuestra chambre pensando en las campanadas con las uvas preparadas y vasos de plástico para el champagne. Pero nada, ni Puerta del sol ni rien de rien. Así que nos inventamos las campanadas (tiene su cosa) y a la rue, a dar un petit tour por la cité y a decir chorradas a tout le monde. Pero la cité estaba bajo 0 y vacía. Es que no había personne. Pasamos por la mismísima pared del cimetière de Montparnasse. Personne.
De regreso al hotel volvimos a encender la tv a ver si había marcha. Rien. Pero mira por dónde, encontramos a la hijísima de Camus hablando de papá y de un libro que iba a aparecer pronto, El primer hombre. Mi compa se durmió, pero yo me lo pasé estupendamente sin echar de menos las campanadas de siempre.
Si no es por un caso excepcional como éste, no me lo pierdo, ya lo he confesado, que mi trabajo me ha costado.
Este año, como resultado de mis meditaciones sobre cómo rehacer la vida me vino la necesidad de comprarme una nueva radio con la que compartir el llit. Me vendría ideal del todo comprar una pequeñita, algo así como MP o no sé qué, porque las otras más grandes, aparte de dejarte tarado el inconsciente (es que te duermes con ella y no te enteras, pero a saber qué mensajes entran), me deja hecho polvo este cuerpo sandunguero que acaba lleno de moratones, de hendiduras, hinchazones, hasta tal punto que cuando me miro en el espejo por la mañana me doy un buen susto, grito y me digo:
-- Pero ¿ésa soy yo?
La radio no te falla siempre que tengas la prudencia de tener pilas de recambio o el cargador a punto, no como otros...
Aunque creo que la mayoría de la gente entiende esto de forma distinta. Me da que cuando lo dicen se están refieriendo a que vuelven a follar, pero con otro.
La verdad es que me lo estoy planteando porque es una forma de verlo mucho más clara que la mía, sin tantas tonterías, van al meollo y ya está.


Amy Winehouse: Rehab


Amy Winehouse









¡Viva Radio la Colifata!
                
             ¡Colifatos del mundo, uníos!

1 comentario:

  1. Vaya pues no está mal eso de ir rehaciendo la vida. Cogemos cada día lo que no nos gusta y lo vamos rehaciendo. Un poco de aquí, un poco de allá y ¡hala! una vida nueva. Cojo un trozo de arcilla imaginario con mi vida de ayer, que tiene una forma que no acabo de adivinar, pero que deshago y voy amasando mientras imagino cómo quiero que sea mi nueva vida, al menos para ese día, y me ilusiono mientras le voy dando una nueva forma. Le pongo una pizca de ilusión, la salpimento con mucho humor, le añado algunas expectativas, le doy movimiento para que pueda seguir cambiando y a esperar los resultados. Ahora lo que no tenía tan claro es que eso quiere decir que cada vez que la rehacemos hemos de cambiar de pareja. Si es que no está el tema como para ir eligiendo todos los días, pero bueno si es obligatorio pues vale REHAGAMOS NUESTRAS VIDAS.

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