domingo, 21 de abril de 2013

Sobre el amor



 
Caravaggio- Conversión de San Pablo


Tal vez sea el más bello texto que se haya escrito acerca del amor. Lo escribió nada menos que San Pablo en la Primera epístola a los corintios, XIII. Unos traducen por amor y otros por caridad. Si entendemos por caridad lo que decía y criticaba Stalislas Breton: "El gesto de misericordia limosnera que consiste en repartir entre los que no tienen nada las migajas que caen a veces de las mesas de los poderosos", entonces la caridad sería una virtud despreciable, bueno, no sería una virtud. Pero si entendemos por caridad el amor desinteresado, el que procede del griego agape, puede traducirse también por amor, puesto que, en este sentido, caridad y amor son lo mismo.
Este texto es muy leído en las misas de boda y suena a hueco en las lecturas nerviosas y de los que no creen en lo que están leyendo y muy bien cuando alguien lo lee bien. Pero ese amor no es traducible al estado accidental de enamoramiento sino que se trata de un estado más elevado. Bueno, al texto:

"Aunque hablara la lengua de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, nada me aprovecha.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no es jactancioso, no se engríe; es decoroso; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.
El amor no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. Porque parcial es nuestra ciencia y parcial es nuestra profecía. Cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo parcial. Cuando yo era niño, hablaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño. Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido".


Mendelssohn- Scherzo del Sueño de una noche de verano 


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