domingo, 30 de diciembre de 2012

La vida auténtica


Magritte - Los misterios del horizonte

El hombre actual, más que el de cualquier otra época, ha intentado ordenar la vida social según principios racionales, transformarla con vistas a la mayor felicidad del mayor número de personas posible e implicar activamente al individuo en esta transformación. Al mismo tiempo ha sometido la naturaleza hasta un punto nunca visto y sus logros y resultados técnicos son tales que todos sus sueños de poder y dominio sobre la naturaleza parecen realizables. Además, ha generado una riqueza insospechada que abre por primera vez en la historia la posibilidad de satisfacer las necesidades materiales de toda la humanidad.
No obstante, el hombre actual se caracteriza por ser abruptamente contradictorio. Si bien produce un mundo repleto de cosas formidables y prodigiosas, éstas, sus propias criaturas, le resultan ajenas y amenazadoras, de modo que, una vez las ha creado, ya no se siente su dueño, sino su servidor. El mundo material, convertido en una máquina monstruosa y gigantesca, dicta la orientación y el tempo de su vida. La obra surgida de sus manos, destinada a servirle y hacerle feliz, conforma un mundo ajeno al que obedece sumiso e impotente.

E. Fromm, La vida auténtica.


Wynton Marsalis - Jazz in Marciac 2009

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