sábado, 17 de agosto de 2013

Un bello poema de Rilke






R. M. Rilke fue uno de los más grandes poetas de todos los tiempos. Su vida fue errante, siempre de un lugar a otro, incluso llego a visitar España, El Prado y Ronda. Se relacionó con mucha gente que le ayudó, llegó a recibir algún dinero de Wittgenstein. Fue secretario de Rodin. Tal vez su conocimiento de la escultura que le brindó trabajar con semejante maestro le facilitó escribir el poema que la traducción nos roba como soneto. Debes cambiar tu vida, emerger como algo mejor, has de cambiar tu vida...


TORSO DE APOLO ARCAICO


No conocemos la inaudita cabeza,
en que maduraron los ojos. Pero
su torso arde aún como candelabro
en el que la vista, tan sólo reducida,

persiste y brilla. De lo contrario, no te
deslumbraría la saliente de su pecho,
ni por la suave curva de las caderas viajaría
una sonrisa hacia aquel punto donde colgara el sexo.

Si no siguiera en pie esta piedra desfigurada y rota
bajo el arco transparente de los hombros
ni brillara como piel de fiera;

ni centellara por cada uno de sus lados
como una estrella: porque aquí no hay un sólo
lugar que no te vea. Debes cambiar tu vida.

Rainer Maria Rilke 




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