Marilyn leyendo |
Tener un libro entre las manos y sumergirse entre sus páginas hasta olvidarse de todo lo demás es uno de los mayores placeres que existen. Todos nos hemos ido haciendo a base de lecturas, somos, en parte, lo que leemos. El día de hoy es para felicitar a todos aquellos que gozan de este placer y para invitar a hacerlo quienes no tienen la dicha de hacerlo. Y es que hasta Marilyn, la actriz con pinta de frívola y superficial, leía o por lo menos compraba libros y con mucho tino, vaya libros que tenía en su biblioteca.
Una muestra de lo que Marilyn leía:
El Ulises, de Joyce.
Crimen y castigo, de Dostoievski.
Humo, de Turgueniev.
Chejov, varias obras.
Memorias de una joven católica, de Mary McCarthy.
Servidumbre humana, de Somerset Maughan.
El sonido y la furia, de Faulkner.
Escúchanos, Señor, desde el cielo, tu morada, de Malcolm Lowry.
El innombrable, de Samuel Beckett.
Rojo y negro, de Stendhal.
Poemas completos de E. A. Poe.
Ciudadela, de Antoine de Saint-Exupery.
La casilla de las macetas, de Graham Greene.
Retrato del artista cachorro, de Dylan Thomas.
Y textos de: Freud, Proust, Pushkin, Flaubert, Robert Frost, Lewis Carroll, Oscar Wilde, Emily Dickinson, Dorothy Parker, Martin Buber, Bertrand Russell...
No está nada mal. Son libros que están en las bibliotecas de los buenos lectores aunque no tengan un Arthur Miller que les eche una mano.
Que las buenas lecturas os sean de provecho y felicidad.
Janis Joplin- Summertime
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