Que el amor no es lo que parece lo sabía hasta Platón. Ahora bien, lo que él creía es totalmente original y hermoso. El amor busca la belleza, pero tampoco la belleza es lo que parece. Poco a poco el amor va escalando, progresando en eso de encontrar la mejor belleza. Gran libro El Banquete, tan necesario para la supervivencia.
"Por consiguiente, cuando alguien asciende a partir de las cosas de este mundo mediante el recto amor [...] y empieza a divisar aquella belleza, puede decirse que toca casi el fin. Pues ésta es ciertamente la manera de acercarse a las cosas del amor o de ser conducido por otro: empezando por las cosas bellas de aquí y, sirviéndose de ellas como de peldaños, ir ascendiendo continuamente, gracias a aquella belleza, de uno solo a dos y de dos a todos los cuerpos bellos y de los cuerpos bellos a las bellas normas de conducta y de las normas de conducta a los bellos conocimientos, y partiendo de éstos terminar en aquel conocimiento que es conocimiento no de otra cosa sino de aquella belleza absoluta, para que conozca al fin lo que es la belleza en sí.
En este periodo de la vida [...]. más que en ningún otro, le merece la pena al hombre vivir: cuando contempla la belleza en sí. Si alguna vez llegas a verla, te parecerá que no es comparable ni con el oro ni con los vestidos, ni con los hermosos jóvenes ante cuya presencia ahora te quedas extasiado y estás dispuesto, tanto tú como otros muchos, con tal de poder ver al amado y estar siempre con él, a no comer ni beber, si fuera posible, sino únicamente a contemplarlo y estar en su compañía [...] ¿Acaso crees que es vana la vida de un hombre que mira en esa dirección, que contempla esa belleza con lo que es necesario contemplarla y vive en su compañía?"
Platón, El Banquete
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