viernes, 31 de diciembre de 2010

Ustedes son formidables







Siente un pobre a su mesa, ése iba a ser el título de esta extraordinaria película de Berlanga. Como en la peli, usted también puede hacerlo, si es posible en Navidad y convertirse en un alma buena. Algunos, los más formidables, lo alargan a todo el año. 
¿De qué va la peli? De ricos y de pobres y de cómo unos muestran su mejor cara a costa de los otros (sobre todo en Navidad). Campañas de Navidad, antes y ahora, en las que los ricos que, naturalmente no quieren dejar de serlo, muestran su mejor cara solidaria dando algo de lo que a ellos les sobra y sintiéndose así más satisfechos de sí mismos de vuelta al confortable hogar. Sentar un pobre a la mesa es la forma mas sutil de seguir manteniendo la pobreza. Seamos buenos y ayudemos al prójimo.
Y no digamos de los programas televisivos que tratan de captar audiencia a costa de la pobreza. Son espectáculos ad nauseam, vomitivos. Acude gente que está "forrada" a darse una vuelta por los focos y sacar unos eurillos. Y luego a casita, a vivir que son dos días.

Mientras no sean como San Francisco de Asís, que hagan sus bondades todo lo que quieran pero, please, que no den la lata. Es como el marido que "ayuda" en casa pero no comparte. Justicia, queridos, justicia...



Louis Armstrong: What a wanderfuld World 


Berlanga: Plácido 




Buñuel: Los olvidados











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viernes, 24 de diciembre de 2010

¿Feliz Navidad?






Hasta el moño, en serio. Tout le monde lo mismo: 
-- ¡Feliz Navidad!
Pero qué lata año tras año, siempre lo mismo. ¡Qué obstinado personal! ¿Qué quieren decir con esta cantinela?.
Primero, queridos, ¿qué es la Navidad?. Angelitos en el cielo, el nacimiento de un niño, pastorcitos... O sea el belén. O sea de cuando se ponían belenes. Si le preguntas a alguien que te diga rápidamente lo que pasa por su cap cuando dices belén, te dirá tout de suite:
-- ¡Esteban!
Sí angelitos míos, ese es el escaso recorrido del inconsciente colectivo. Y en su casa tendrá los adornos que compra en los chinos con luces taquicárdicas. Y la nevera abarrotada porque habrá pasado buena parte de su tiempo en las compras. Se habrá gastado toda la pasta y en unos pocos días se producirá un aumento alarmante de colesterol, ácido úrico y azúcar en sangre. Y no tendrá más remedio que aguantar a su pelmaza familia. Eso es la Navidad mayormente, queridos. La nochebuena con los papás de ella, el día de navidad con los papás de él. Y regalos aquí y allá. Y rien de plus...
Segundo, mis muy amados, ¿qué es la felicidad?. Ya ni os cuento, porque todo el mundo desea cosas y cree que si logra satisfacer sus deseos será feliz. Ignora los graves riesgos que esto conlleva, incluso para la salud. Como se dice: "A veces Dios castiga a los hombres haciendo que se cumplan sus deseos". ¡Qué tremenda verdad encierra esta máxima! Vamos, que me produce temor y temblor.
La Coli no puede ser feliz porque para ser felices hay que comer perdices y a ella no le van los pajaritos. Vamos que no se comería un pajarito aunque fuera el único alimento sobre la tierra.
Y ya que estamos todos tarados, me voy al campo para huir de tanto descalabro. Llegó el tiempo de los pollos crudos, querido Julio, que cuando pase todo este rollo puede que vuelva a los cocidos...




Wham: Last Christmas


Aristóteles n'était pas un tontaina


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domingo, 19 de diciembre de 2010

Melancolía



¡Qué fácil es encontrar obras tristes en la pintura! Y en la literatura y en cualquier arte... Y qué difícil seleccionar ya que hay tanta tristeza. Puede que otro día me dedique a buscar obras alegres y puede que me resulte más ardua la tarea. 
Todos queremos ser felices, decía el tontaina de Aristóteles, tontaina él o tontainas todos porque ¿quién es feliz? ¿Acaso se trata de felicidad? ¿Realmente es lo más importante? Miro, sin ir más lejos,  algunos de mis santos patronos que he insertado en la franja derecha. ¿Fueron felices ellos? La mayoría (por no decir todos) no. Pero me cortaría la mano derecha por hacer una mínima parte de lo que hicieron ellos.
Quizá no se trate de felicidad, sino de ser nosotros mismos (¿lo decía Camus?). Si no lo dijo, podría haberlo dicho.
 En la desdicha nos crecemos, nos curtimos, damos lo mejor de nosotros mismos. Y esos pintores y escritores que tan bien diseccionaron el alma humana son un buen ejemplo de ello. Hicieron una obra de arte de su desdicha y la convirtieron en un universal.





Melancolía (detalle)

Durero: Melancolía












Botticelli
Van Gogh






          







E. Munch
E. Hopper











De Chirico
E. Hopper













A. Modigliani
A. Modigliani


















Colifatos del mundo, uníos

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Gafas chinas


Gafas chinas

En realidad tienen otro nombre bastante raro: gafas reticulares estenopeicas (vaya nombrecito). Desconocía que hubiera gafas así de raras y encima terapéuticas. Lo último terapéutico y chino ya lo comenté anteriormente con bastante poco recato. Bueno, la cosa es que me propuse, como siempre después del verano, hacer dieta, levantarme temprano, cuidarme... Y me dije como siempre:
-- Esta vez va en serio.
Y allá que me fui, a una tienda de medicina tradicional china a comprarme unas gafas especiales para mi perjudicada vista. Son grandes, negras, de plástico, opacas y llenas de un montón de minúsculos agujeritos a través de los cuales ves (es un decir).
La verdad sea dicha es que las gafas son más importantes de lo que parece. Una mirada al mundo diferente, dependiendo de los cristalitos que te montas sobre la nariz. Gafas para ocultarse, para protegerse del exterior, para introspeccionarse... Puede que gracias a ellas te hagas con una fortuna: las gafas del señor Cagliostro par exemple. Lo que parece claro es que condicionan tu percepción de la realidad.
Ya lo dijo el cursi de Campoamor: "En este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira". Además de cursi, relativista de tomo y lomo. Las gafas son importantes, pero no tanto, don Ramón, no tanto... Si lo fueran me pediría un color para cada día o cada situación para poder verlo todo mejor: rosa, para quitarle todo lo áspero, verde, para alimentar la esperanza, azul para el sueño diurno, rojo ni os digo... Y podría ver la realidad distinta aunque me engañara.
De origen chino o, hay quien dice, florentino (los valencianos puede que tengamos mucho de florentinos) puede que hayan sido de una importancia fundamental en el desarrollo de las artes y las ciencias. También distinguiría entre chino de entonces y chino de ahora (no tiene color).
Estas nuevas gafas las llevo puestas todo el rato. La vista lo que es mejorar, mejora, no digo que no, pero me estoy destrozando el resto del body. Tengo marcas en la frente, en los brazos y en las piernas, sin contar con la cantidad de objetos que he roto en mi casa.
Lo bueno que tienen es que cuando te las quitas ves muchísimo mejor que antes, es como si te acabaran de operar de cataratas y se te hiciera la luz. Tienen magníficas propiedades para todo lo de la vista.
Por la calle las considero un pelín peligrosillas porque voy comiéndome todas las esquinas y además la gente no para de mirarme. Una vez un transeúnte despistadillo me pidió un par de cupones. Yo muy dignamente para no ofenderlo, le dije que ya se me habían terminado. 
Lo de conducir no lo he experimentado aún, no me atrevo mucho. En las instrucciones no pone nada, no advierte que no se pueda. Creo que mañana mismo las probaré al volante, saldré a la  carretera y a ver qué pasa. Ya os contaré.


The Shadows: Wonderful land


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viernes, 3 de diciembre de 2010

Balneario







Un balneario o algo parecido es lo que hace falta después de una reforma, algo que te repare, que te devuelva tu ser primigenio. Es que no puede ser... ¿Habrá algún lugar en el mundo donde chacun fait son métier? Algo bueno, algo noble, algo simple. No es pedir mucho, como decía Camus: Que chacun fait son métier (me encanta repetirlo, me encanta repetirlo). ¿Cómo es posible que el mundo siga funcionando a pesar de todo? A pesar de tanto...
En serio, lo que os voy a contar es verdad, completamente verdad.
Una mujer encargó una puerta blindada con una mirilla. La señora era muy bajita pero no lo tuvieron en cuenta y le pusieron la mirilla estándar. Lógicamente una vez puesta la puerta la     mujer advirtió que no podía ver quién llamaba porque no alcanzaba . La respuesta que le dieron fue:
-- Señora, póngase usted un taburete y cuando llamen se sube usted y así alcanza. No vamos a hacer puertas de todas las tallas.
La mujer reclamó, pero no le quedó más que acudir a otros carpinteros para que le arreglaran el entuerto.
Otra mujer hizo una reforma y pidió que le sacaran el contador del gas fuera de la cocina, al deslunado. Después de instalado advirtió que no llegaba a la llave de paso del agua porque se lo habían tapado con el contador. Protestó y le dijeron.
-- Señora, sí que se llega, ¿no ve que yo llego? Si no alcanza usted, súbase a la bancada. De todas formas la llave de paso del agua sólo la utilizan los profesionales, ¿qué más le da a usted?
Otra mujer también hizo reforma. Lo encargó todo a un contratista para no preocuparse y ella alquiló otra casa por un par de meses. La tuvieron año y medio y el resultado fue una auténtica catástrofe, de hecho lleva preocupándose cinco años porque el asunto terminó en los tribunales. Una de las muchas cosas que le pasó fue que al tirar de la cisterna por el retrete salía agua caliente. Esta anécdota fue muy comentada y alguien dijo para más recochineo: ¿y cómo pudo saber que salía agua caliente?
Yo misma, sin ir más lejos, sufro diariamente desde no sé cuándo semejantes infortunios. Hoy mismamente han venido unos jóvenes y atractivos cristaleros a ponerme el climalit. Estaba yo absorta contemplando la graciosa figura trasera de uno de ellos que era talmente Piqué (qué donosura, qué gracejo, cómo trabajaba dans la fenêtre, hacía mucho tiempo que no había visto algo igual) cuando de pronto oigo su voz que me dice (estaba de espaldas):
-- Señora, esto ya está. Procure no abrir hoy las ventanas, es por la silicona que tiene que secar bien.
Mientras decía esto, cerraba las ventanas y ¿qué diréis que ha pasado? Pues que el Piqué se me oscurecía. Creí que estaba sufriendo un desvanecimiento a causa de la seducción, pero no, queridos, es que estaba llegando la noche oscura, no la del alma, sino la de la casa y, bueno, puede que también del alma, querido Juan de Yepes, también la del alma.
-- ¿Qué significa esto? le he dicho al adonis.
-- ¿Qué?
--¿Qué va a ser? La oscuridad...
-- Es sólo una sensación, señora. No está oscuro, es que se las hemos puesto de reflectasol y como son dobles, le da a usted la sensación de que son oscuras, pero sólo es una sensación.
-- Pero yo las quiero normales, de las que entra la luz.
-- Señora, si le pusiéramos de esas se le quemarían las cortinas en uno o dos años a causa del sol.
No sigo, queridos, lo que viene a continuación ya es mejor no ponerlo, no es de buen gusto.
Bendito Camus, que chacun fait son métier...


Petula Clark: Chariot


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