miércoles, 21 de septiembre de 2011

Polvo de estrellas

Van Gogh: Noche estrellada

 Siempre he tenido una clara conciencia de nuestra relación con el polvo: "polvo eres y en polvo te convertirás" decían en un momento sobrecogedor del miércoles de ceniza mientras  lo ponían en la frente. A otros polvos no quiero referirme porque quiero reformarme. El polvo de estrellas no sé si me sobrecoge más o menos, pero me gusta más, lo encuentro mucho más poético.
Dicen que en el principio era el hidrógeno... Después en una dinámica de explosiones y fusiones se fueron formando las estrellas, se fue formando todo, los átomos de nuestros cuerpos se formaron en el interior de una estrella.
Eso explica por qué en las noches de verano cuando contemplo el cielo nocturno, no sólo me extasío ante la belleza que ven mis ojos, sino que descubro en mí una nueva dimensión, veo la bóveda celeste como un útero gigantesco y lo siento más próximo y familiar.
Observo la Estrella Polar, la Osa menor, la Osa mayor, Casiopea, Arturo y el Boyero, Pegaso... ¿Qué pasaría si pudiera estar ahora mismo en Arturo? Vería lo que sucedió aquí hace 40 años... Qué lejos está... Si la luz viaja a 300000 kms/s y tarda 40 años en llegar ¿cuál es esa distancia?
Añoro la otra parte, el cielo austral, la Cruz del Sur contemplada desde la Patagonia y Nueva Zelanda...Aunque este cielo me sea más extraño no dejo de recordar a Eduardo Galeano:
"Yo nací y crecí bajo las estrellas de la Cruz del Sur. Vaya donde vaya ellas me persiguen. Bajo la Cruz del Sur, cruz de fulgores, yo voy viviendo las estaciones de mi suerte."
Las estrellas tienen luz propia pero cuando las miramos puede que ya no existan, que hayan desaparecido y lo que veamos no sea sino el resto de su gloria también efímera.
Hay tanta belleza en ese cielo nocturno! Las Leónidas, las Perseidas derramando las lágrimas de San Lorenzo (¡qué nombres!). Las estrellas fugaces que incitan a pedir deseos, que incendian el cielo mientras se desintegran, son como nosotros, simples meteoros fugaces perdidos en medio del Universo, con unos segundos de esplendor.
Hasta Platón decía "... De esas tracerías con que está bordado el cielo hay que pensar que son, en verdad, lo más bello y perfecto que en su género existe."


Ringo Starr: Stardust

4 comentarios:

  1. Hay muchas clases de polvo. Desde el doméstico, que es el que se va acumulando en los muebles de casa o el kiki mensual, pasando por el de estrellas como Brad y Angelina, hasta el intergaláctico, el interplanetario (hay cientos de miles de millones de partículas de polvo extraterrestre cayendo del cielo) y el cósmico del sistema solar. Parece que el Universo vive en una orgía constante mientras nosotros nos conformamos con ver, cuando se puede, alguna que otra estrella fugaz, ese espermatozoide en busca de alguna nebulosa que fecundar, ese esperma intergaláctico producto del orgasmo cósmico que da lugar al origen de los planetas. Envidiosos de tanto placer en el Universo la NASA envió una cápsula espacial para recoger polvo cósmico con la excusa de obtener información sobre el origen del Sistema Solar, pero para mí que en realidad lo que buscaban era su efecto viagra. No sé, igual con eso disipan alguna que otra nebulosa mental.

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  2. También está el polvorón. Se come de uvas a peras por ser excesivamente contundente. Un polvorón todavía, pero dos te dejan completamente exhausta.

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  3. No me extraña que se me hubiera olvidado y es que yo con los polvorones soy muy selectiva, sólo me gustan de la marca Barniol y están tan solicitados que hay una enorme lista de espera. Creo que a mí me toca para Navidad más o menos......

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  4. El cardiólogo valenciano Francisco Torrent y Guasp descubrió que el corazón tiene forma helicoidal. El A.D.N., que contiene nuestra información genética, también tiene forma helicoidal. Las galaxias, el Sistema Solar, la Vía Láctea....Para algunos científicos, existen algunas formas que son más eficaces para responder a ciertas necesidades, o para cumplir tareas específicas. La espiral podría ser la forma más eficaz para agrupar material, sin desordenarse por el espacio. Tal vez por eso la molécula de ADN se envuelve sobre sí misma, guardando toda la información necesaria para la vida. Leonardo da Vinci estaba fascinado por la forma helicoidal, muy común en la naturaleza, e involucrada en el principio de la hélice. Vincent Van Gogh, especialmente en este cuadro “la noche estrellada” expresaba como nadie el dinamismo de un Universo en constante movimiento representado por sus espirales.
    Con todo esto no me cuesta mucho imaginarme que somos polvo de estrellas y que formamos parte de todo ese conjunto. La vida es movimiento y el movimiento es vida.

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